martes, 10 de junio de 2014

Capítulo 27

*Dos días después*
Me siento en la terraza de la cafetería de siempre. He roto con Ansel. El mismo día que Harry y yo nos besamos fui a su casa y le conté todo, el me entendió perfectamente, me dijo que no pasaba nada que lo entendía y que cuándo el lo superara podríamos ser buenos amigos. Me lo ha puesto fácil.
Mensaje de Harry:
¿vendrás a los premios?
Contesto:
Pero si aun falta muchísimo.
Responde:
Lo sé, era un escusa para hablarte. Kendall se ha ido enfadada ayer  porque le eché la bronca por lo de la cena y no me ha hablado desde entonces.
Yo:
Mejor, bueno, ¿Te apetece ir a algún sitio?
Responde:
Los chicos llegan hoy y tengo una entrevista, lo siento.
Contesto:
No pasa nada.
Harry:
¿Me acompañas al aeropuerto?
Yo:
Está bien, recógeme en mi casa.
Me ducho y me preparo. Cojo en móvil y las llaves cuándo escucho el claxon de un coche.
-¿Y este coche?
-Es de alquiler. ¿Te gusta?
-No sé de coches pero es bonito.-arranca el motor. Puse Rock FM y ¿a que no adivináis la canción que empezó después de una de Metallica? Lady de Lenny Kravitz. Pensé que me salía el corazón por la boca, me empezaron a sudar las manos y el calor me subió hasta las mejillas.
-¿Te acuerdas de...?-dice el mientras se reía
-Para no acordarme.-me tapo la cara con las dos manos.
-No creo que lo hiciera tan mal como para que te avergüences.-mira hacía mi apunto de reírse
-Harry, por dios cállate.-me pongo más roja aún.
-me callo si me das un beso.-dice.
-Ni lo sueñes, lo de ayer fue un tremendo error. ¿Porque no se lo pides a Kendall?-mis celos hablan por mí.
-No besa tan bien. Sabes a fresa.-se muerde el labio. Me acerco a el y le doy un beso en la mejilla.
-Un beso es un beso.-me encojo de hombros.-No lo hiciste mal.-confieso al fin. Él sonríe pero no contesta.
-Te acuerdas aquella cena en el Pass... no volví a llevar a nadie. Kendall me intentaba convencer pero yo siempre ponía una escusa. Sentía que si llevaba a otra chica allí todo se acabaría.
-Yo tarde unas semanas en salir de casa. Cada vez que miraba a alguien que se parecía a vosotros corría como una loca tras ellos. Me da vergüenza contar esto pero hubo una vez que estaba segura al 98% de que eras tú y... bueno, le besé.-él se empieza a descojonar.
-No te rias Styles.
-Él tipo tuvo que quedarse paralizado jajaja.
-Si, yo corrí por las calles hasta llegar a una estación de autobuses. Ese día no pude parar de llorar.
-Una pregunta ¿por que no tienes coche?
-porque no tengo carnet.-respondo y el se queda muy sorprendido.
-Ven, yo te enseñaré.
-¿Ahora? No creo...-me interrumpe apagando el motor del coche.
-Ven, siéntate aquí.-le hago caso y me siento entre sus piernas.
-Yo manejo los pedales y las marchas.
-¿Seguro? Más que nada es porque no es como los coches de Reino unido. Aquí conducen para el otro lado.-informo.
-No te preocupes. No dejare que te pase nada. Nunca lo haría.-le beso porque me apetece hacerlo.
-Bien, enciende el coche con la llave.-le hago caso.-ahora solo tienes que preocuparte del volante.-apoya sus manos en mis caderas. Me sentía genial, era un calor reconfortante y su olor a hombre me volvía loca.
Conduzco hasta un aparcamiento desierto, al igual que su paisaje. No había casas ni signos de población. Allí me enseña un poco como funcionan las marchas y los pedales.
-No le llego Hazza.-hago un puchero.
-Tranquila, es porque el asiento está echado hacía atrás pero tú puedes ponerlo a tu medida.
-No puedo hacerlo Harry... esto es muy difícil para mi.
-Sé que puedes hacerlo. Solo tienes que confiar en ti misma. Yo confío en ti.-apoya el mentón en mi hombro y un escalofrío me riza el bello de la nuca.
Apago el motor. Realmente tenía ganas de besarle.
-Alba, no me digas que te rindes...-me siento  ahorcajas de él.
Atrapo sus labios en un lento beso que tarda en responder.
Baja hasta mi mandíbula y yo toco cada tatuaje de su torso, me los sabía de memoria y me gustaba buscarlos a ciegas. Entonces él empieza a llorar y intensifica el beso formandolo en una desesperación por estar más cerca de mí.
-Harry... ¿estás bien? ¿Te he mordido?-le sujeto la cara con las dos manos.
-No, tú no tienes la culpa, solo que... he soñado tantas veces con esto que parece un sueño, en algún momento me despertaré en el autobús de la gira y tú seguirás con Ansel.
-Eres tan tierno cuándo lloras...-le acaricio la mejilla.
-Y tu eres preciosa.-me besa repetidas veces.
-Te quiero Harry. Muchisimo, mas de lo que he querido a nadie.-Susurro a sus labios, como si fuera mi último aliento.
-Casate conmigo.
-Lo haré, te lo prometo.
-Ahora, vamonos del país y vivamos lejos de todos, solo tú y yo.-sonríe.
-Estás loco Harold.-me río.
-¿Te estás riendo de mí?-sonríe ampliamente. Asiento con la cabeza mordiendome la lengua.-¿estás segura?- me hace cosquillas en las costillas y yo me retuerzo del esfuerzo que repercute reír.-¿te fugaras ahora conmigo?
-Si,si, pero para.- consigo decir entre carcajadas. Para.-Solo falta arreglar una cuestión... Kendall.-le cambia totalmente la expresión de la cara.- Si de verdad quieres estar conmigo tendrás que dejar las cosas claras con ella.
-Alba... yo, no puedo hacer eso.-baja la mirada y por un momento se me para el corazón que hace un rato palpitaba veloz y juvenilmente. El único impulso o "respuesta" que hago es proporcionale un bofetón
-Por lo menos podrías avisar de esto antes de admitir que sigo enamorada de ti. Todo sería más fácil.-La que lloro ahora soy yo pero solo son lágrimas, nada más que lágrimas recorriendo y mojando mis mejillas.

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